martes, 29 de diciembre de 2009

Video oficial: Mochilazo por Jalisco y Nayarit

Mochileo por Nayarit

Nayarit poco figura en la historia nacional, la gente del centro raramente escucha algo relacionado a él, simplemente es lejano, pequeño y poco relevante. De ahí su encanto.

No pensaba siquiera ir a Nayarit, confieso que tampoco lo ubicaba muy bien en el mapa, pero los consejos de un gordito bonachón llamado El Fish, me animaron a conocerlo y lanzarme, por así decirlo, a lo desconocido.

Me acompañó el dúo belga Dorís-Hanne, con ellas abandoné Guadalajara y partí rumbo a Tepic por la noche. Llegamos a la impopular capital, la recorrimos en menos de una hora, ya que seguramente se trata de una de las ciudades-capital más pequeñas de la federación. Y así, casi a manera de tanteo, encontramos un hotelucho-pocilga que no costó más de 200 pesos por los tres. La regadera era inmunda, todos nos resistimos a tomar un baño por la mañana y salimos con la misma ropa a dar el rol por la ciudad. Poco hay que hacer en Tepic, ya se imaginarán, dos placitas sin gracia, una para su catedral, otra para su palacio de gobierno, en el que, sin temor a equivocarme, vi el mural más feo que haya encontrado hasta ahora, imagínense el tamaño del contra sentido: la imagen central era Emiliano Zapata (el más renombrado líder indígena que haya existido en el país) pintado con ojos azules. ¡Por la corona de espinas de Jescucrito! ¡Blasfemos!...

En fin, en cuestión de un par de horas abandonamos Tepic. Nuestro próximo destino: Santa María del Oro, un pueblito montañoso que se encuentra próximo al volcán homónimo. Tomamos nuestros primeros aventones en Pick-up, de esos que te hacen sentir más aventurero. Llegamos a un mirador para echar tranquilamente la fresca y meritoria chela, y después de reposar, descendimos hasta la bella laguna que yace en un cráter volcánico. Los hospitaliarios lugareños nos indicaron el lugar ideal para acampar y colocamos La Murciana (nombre de mi casa de campaña) a unos dos metros al borde del agua, dejamos en ella nuestras pertenencias y caminamos por un carreterita que bordea todo el cráter. Casi no había población, sólo algunos restaurantes que vendían la especialidad del sitio: chicarrón de pescado. Antes de comer, y ya con el ímpetu exaltado, decidimos bañarnos en la laguna; era precisamente lo que buscábamos, un sitio sin contaminación e incluso con fauna. Oh, que amenas horas aquellas, estuvimos nadando hasta que la tarde comenzó a languidecer. Volvimos a la casa de campaña, nos cambiamos la ropa húmeda y salimos nuevamente, esta vez a cenar y a ver las estrellas, el cielo era tan nítido que tuvimos la fortuna de ver una lluvia de éstas.

Al día siguiente partimos, esta vez con dirección a la playa. Fue un día gracioso, especialmente por los aventones que nos recogieron en la carretera. Primero fue una Pick-up que, por consecuencia lógica, no permitió el contacto con el chofer. El segundo aventón sí fue muy memorable, se trató de Armando, quien después fue rebautizado por mis compañeras belgas como “El hombre vulgar”, que para mí, y debo confesarlo, desde un inicio fue muy simpático, con un típico humor mexicano, medio libidinoso, con comentarios medio cochinones, pero finalmente divertido. Armando nos llevó a una barbacoa deliciosa y nos platicó muchísimo de su vida, incluso detalles ya demasiado íntimos para un primer encuentro. Hanne desde el comienzo se sintió incómoda y lo tildó de machista; para mí era claro que sólo quería hacerse el chistosito y nunca fue ofensivo, únicamente un fiel reflejo de la mentalidad mexicana. Pero eso sí, fue un PERSONAJE, así, con mayúsculas.

Armando nos dejó en un pueblito que se llama Chapalilla, desde ahí tuvimos que buscar el aventón definitivo hasta el mar; pero mientras eso ocurría, el debate sobre la vulgaridad de Armando se acrecentó. Hanne arremetía constantemente con el tema del machismo, y yo, al ver que esto de los aventones les había incomodado, les decía que la mayoría de los mexicanos eran así, y que, como regla general, los únicos que dan aventones son hombres. En eso, como si de una broma del destino se tratara, se detuvo una bella mujer de blusa negra y lentes enormes para ofrecernos aventón. -¿A dónde van chicos?- preguntó, a lo que Hanne respondió con fuerte acento extranjero – A la playa-, y la mujer guapetona con una idílica sonrisa nos dijo –Pues ya se rayaron, súbanse, que yo voy hasta Puerto Vallarta.- ¡Órale! Subí a su pequeño auto y lo primero que vi en mi asiento fue una botella vacía de cerveza tamaño cahuama, después otras dos latas vacías a mis pies y una más aún llena en el portavaso que la chica bebía de vez en cuando. ¡Órale! (por segunda vez), seguimos con la ruta. Rápidamente entablamos una amena conversación sobre rock, la verdad yo sabía poco, por lo que dejaba que ella hablara y hablara. La carretera era hermosa y al lado de ella aún más. Paramos a medio camino a comprar más chelas, el calor era agobiante y esos sorbos de cebada fermentada y fría sabían a gloria. Poco después, Andrea (así se llamaba) me preguntó –Luis, ¿tu fumas mota?- ¡Órale! (por tercera vez), yo me alcé de hombros y dije, -Sí, esporádicamente-. La plática continuó. Minutos después, mientras más íntima se volvía la conversación, ella sacó un churro y me lo ofreció, ¡cómo negarme!, le di un par de toques y aquel trayecto carretero devino una chifladura reflexiva. Andrea tenía excelente música, la carretera estaba llena de verdor y la plática interesante y elocuente. De la manera más amable, nuestra nueva amiga rockera nos recomendó Sayulita, una playa de surfistas y hippies donde sí podíamos acampar. Alea iacta est, obviamente ahí nos quedamos.

Instalamos La Murciana con particular alegría, la arena siempre ha sido mi sitio favorito para acampar. El sonido del mar, el atardecer, la atmósfera hippie y el efecto remanente que me seguía desde el automóvil de Andrea me hacían sentirme en un verdadero paraíso. Casi de manera instintiva entré al mar, el agua estaba deliciosa, las olas un poco agitadas pero a fin de cuentas agradables. Las belgas decían que nunca habían visto unas olas “tan agresivas”, pobres de ellas, tenían como única referencia el frío Mar del Norte y nunca habían experimentado un relajante baño de mar. Ya al atardecer, decidí correr de punta a punta la playita, en realidad era hermosa, al cruzarla imaginaba lo plácido que sería vivir ahí, con ese paisaje tan chevere que prácticamente inclina a una vida saludable con ejercicio y surf, un mundo relajado con rostros sonrientes y juguetones. Algún día viviré en el mar, ya lo he decidido.

Dimos una vueltita por el sitio, no lo había notado pero casi todos los turistas eran gringos. Sayulita es uno de esos lugares que tiene precios en dólares y las cartas de los restaurantes en inglés. De hecho era relativamente caro en comparación a los precios habituales en México, pero no tanto como para abstenerse de degustar unos suculentos tacos de pescado y camarón. Pasó la noche y nuevamente las estrellas resurgieron radiantes en un espectáculo que alguien de Ciudad de México siempre ha valorado, nada faltaba, todo era perfecto.

Al día siguiente preguntamos sobre esos típicos viajecitos lancheros para snorckelear y posiblemente avisorar alguna ballena perdida del Mar del Cortés, pero como era un lugar muy turístico, los precios eran estratosféricos. El regateo es una tradición mexicana, y seguramente con billete en mano hubiéramos conseguido una buena rebaja, así que fuimos a investigar más precios y reunir más gente para abaratar el costo del posible tour-estafa. A las primeras personas que les pregunté si estarían dispuestos a hacer un paseo en lancha con nosotros, fue a una pareja de argentinos que se mostraron fabulosamente amigables desde el comienzo. Poco a poco el tema de las lanchas pasó al olvido y hablamos de todo y nada: política, televisión, el Che Guevara, los zapatistas y el osado viaje que estos boludos habían hecho para cruzar América Latina. Los ches habían llegado a Sayulita en un automóvil viejito, tenían cerca de seis meses rodando y sus anécdotas eran tremendamente chistosas. Hicimos una buena amistad, juntos nos atardeció y decidimos ir al pueblo para brindar con unas cahuamas (cervezas de un litro) para después regresar a la playa y cantar con la guitarra inspirados por las estrellas. La canción de la noche: El himno zapatista. Caray, sí que fue una velada de curda…

lunes, 28 de diciembre de 2009

Mochileo decembrino. Primera Parte

Hoy ya no tenía pensado escribir, pero después de leer un mail de mis nuevos amigos argentinos que conocí en Sayulita y ojaer su blog repleto de anécdotas chuscas sobre El Gran Viaje del Renato (nombre de su auto que va desde Buenos Aires hasta Chihuahua), surgió el deseo de escribir sobre mi propia mini aventura mochilera.

Asimismo, los argentinos hacían hincapié en la nostalgia reflejada en mis últimas dos entradas, hecho que, efectivamente, sacudió en las postrimerías de mi viaje por Guadalajara en ciertos instantes; sin embargo, aquel mochilazo, bien vale un relato jocoso por sus múltiples peripecias y aventuras suscitadas al visitar bellos lugares, conocer buena gente, pedir aventones y acampar furtivamente.

Lo sé, éstas crónicas viajares no son del interés general, pero me vale, lo hago sólo por el gusto personalísimo de escribir. Bueno, pues ahí les va…

Todo comenzó el 18 de diciembre, día que abandoné el Valle de Anáhuac en pos de la capital tapatía, Guadalajara. Llegué por la mañanita del día 19 y me dirigí a Tlaquepaque, municipio en el que vive Hanne, la amiga belga que me iba a recibir. Aunque sus instrucciones habían sido claras, la zona que habita era una incógnita incluso para los propios tapatíos. Y después de andar pregunte y pregunte, terminé por perderme por más de cuatro horas. Al menos conocí bien Tlaquepaque, eso sí, lo recorrí de punta a punta. Poco a poco, y ya desesperado, me fui aproximando a una región muy pobre, exageradamente polvosa y atiborrada de grafitis. Al fin había llegado al barrio periférico de San José Artesanos.

Después de un arduo caminar, llegué a la dirección señalada, por fortuna me encontré a la familia que hospeda a Hanne, quienes me reconocieron y me dieron alojo hasta que apareció Hanne unas horas después.

Hanne realiza junto a Dorín (otra chica belga) una especie de servicio social con niños de escasos recursos; prepara juegos, da clases de inglés, e intenta difundir el compañerismo entre ellos. Noble tarea, aunque diminuta ante la difícil realidad del barrio.

No perdimos el tiempo y fuimos a conocer propiamente Guadalajara, monstruo urbano que comienza a padecer las problemáticas del DF, pero que, sinceramente, aún sigue siendo muy pequeño en comparación al gigante de Anáhuac. Fuimos al centro, visitamos los lugares típicos, comimos tortas ahogadas y bebimos tejuino y tepache. Fue ameno, la ciudad tiene su encanto; pero lo mejor, fue habernos topado con El Fish, un amigo de Hanne que nos habló de las bellezas de Nayarit, sobretodo la laguna de Santa María del Oro situada en un cráter volcánico y las playas hermosas del Pacífico. Yo, sin hablar seriamente, les comenté a las belgas que se animaran a hacer un mochilazo conmigo y mi diminuta casa de campaña (herencia de Ana Caballero). Al comienzo titubearon, supuestamente tenían saturado su horario por el servicio social y les sería imposible lanzarse por varios días; entonces yo, de manera lúdica, comencé a insistir un poquito y a especular soluciones bobas y pretextos vanos para los niños que se quedarían sin juegos si ellas faltaran. Para mi sorpresa, las belgas aceptaron casi inmediatamente ir en pos de la aventura nayariteca, y rápidamente hicieron carteles para avisar a los niños que se tomarían unas micro vacaciones para hacer un viaje que se vislumbraba prometedor. Todo se planeó en caliente, y al día siguiente partimos a Tepic...


Hanne y su colonia, San José Artesanos en Tlaquepaque



Con las dos belgas en el Teatro Santos Degollado

viernes, 25 de diciembre de 2009

Mi canción favorita en 2009

Hoy, al caminar por última ocasión por las calles bulliciosas del centro histórico de Guadalajara, escuché ésta canción que representa un significativo cambio en mi vida y la ilusión, ya permanente, de continuar soñando...


jueves, 24 de diciembre de 2009

Noche nostálgica

Escribo desde los arrabales de Guadalajara, para ser más especifico, desde el barrio de San José Artesanos en el municipio de Tlaquepaque. Quizá ésta podría ser una noche normal y ahora estaría reflexionando sobre otras tantas cosas; Pero no, es navidad, quizá la celebración más arraigada dentro de nuestra decadente cultura occidental.

¿Qué es Navidad? Bueno, quien lee esto ya lo sabe y no entraré en obviedades ni controversias académicas. Lo único que diré es que, en su esencia, se trata de una celebración religiosa. No me molesta eso, finalmente las celebraciones perduran aunque se desdibujen en el imaginario colectivo el origen mítico de esta fiesta. En realidad, en mi caso, jamás se trató de una noche religiosa, quizá, por así decirlo, siempre la he visto como una cena pre-programada en el calendario decembrino que durante mi niñez siempre esperé con ansias, sólo por un motivo: La llegada de Santa Claus y sus regalos. Pero cuando crecí, inevitablemente, perdió su gracia. No podría decir que me la he pasado mal desde que el viejo de los regalos desapareció, pero tampoco enaltecería tanto una noche que efectivamente, es ser divertida, pero sólo eso, no deja de ser una cena y ya.

Pero hoy, desde los aposentos de dos chicas belgas que me albergan a una considerable distancia de mi Valle de Anáhuac, una sensación de carencia irrumpe mi ánimo exaltado de los últimos días. Veo que en casi todos mis conocidos navidad es un evento muy importante, realmente lo posicionan como “la noche familiar del año” y eso me descoloca mucho. Sí, muchos suelen decir (aunque ni sean cristianos) “Para mi familia es la fecha en que más nos unimos, en que más solidaridad sentimos, en la que es imperdonable faltar y bla bla…” Entonces inevitablemente pienso en mi familia y recuerdo los platillos que suele preparar mi madre, las imágenes de todos nosotros bailando, riéndonos, departiendo, y todo me genera cierta melancolía.

Pareciera que mi familia nunca se ha tomado tan en serio esta fecha. Lo cual no me aflige, por el contrario, creo que me gusta la idea de navegar contracorriente. Nunca hacemos ese absurdo y ultraconsumista reparto de regalos ni prendemos luces de bengala o vamos a misa. Ahora, ya ni árbol de Navidad ponemos (y mejor así, la verdad) Pero caray, aunque todo eso no diga mucho para mi, creo que debería de estar con allá con ellos, discutiendo con la niña, parloteando con el Bodo, abrazando a la Mamma y debatiendo sobre Peje con Giussepe. Los quiero y los extraño. Ya estaremos juntos en el año nuevo.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Alejandra Urquieta y el Tecktonik

Les presento el nuevo reto de mi hermana: Bailar la tecktonik.

Del ocio mañanero de un sábado cualquiera, tuvo la ocurrencia de crear un nuevo blog en el que irá mostrando su desarrollo en esta danza de vanguardia.

Les presento a continuación los primeros pasos de este nuevo reto:

sábado, 12 de diciembre de 2009

Virgen de Guadalupe, una mentirota del tamaño de México

Años atrás, me impactó mucho un documental que hablaba del fanatismo religioso en Nápoles, Italia. Veía con impacto esas prácticas medievales de autoflagelación y otras muestras de dolor innecesarias que tenían por fín obtener la misericordia de alguna divinidad celestial. La celebración de aquel programa era sobre el 19 de septiembre, día de San Gennaro, patrono de la de Nápoles. Según la mitología cristiana, el tal Gennaro fue un fervoroso obispo cristiano que cayó en las manos de las autoridades romanas durante la última gran persecución de cristianos (305dC). Fue cruelmente lanzado a una arena con leones hambrientos que, en vez de devorarlo, se comportaron como mansas ovejitas y no le hicieron nada. El público sediento de sangre, exigió que se asesinara a aquel brujo, fue así que las autoridades ordenaron su decapitación en la misma plaza. Su sangre inevitablemente corrió por la arena, y el más fiel de sus seguidores recogió un poquito y la colocó en un frasquito. Con el tiempo se santificó a Gennaro, y hoy en día, cada 19 de septiembre se celebra en la catedral de Nápoles una homilía en la que, supuestamente, se puede presenciar un verdadero milagro: El obispo toma aquel frasquito viejo con la sangre del mártir y lo alza frente a los feligreses, quienes rezan piadosamente hasta que se visualiza el milagro, ¡Oh, gloria celestial! La composición sólida y negruzca del contenido del frasquito obtiene un tono rojizo vivificante. La sangre de San Gennaro sigue ahí, frente a los ojos de todos; y ya se imaginarán lo que pasa: se desmayan las viejitas, los italianos gritan -¡Miracolo di Dio!- y se celebra una gran fiesta. Al ver todo eso pensé que me encantaría estar ahí, sólo por morbo, compartir ciegamente esa pasión desatada, y ver la generosidad festiva y momentánea de tantos feligreses ingenuos. Aunque inmediatamente reparé que en mi monstruosa Ciudad de México también existe una celebración masiva que se celebra el 12 de diciembre, posiblemente un poco más chafa, pero existente.

En mi dichoso Valle de Anáhuac, recién terminada la matanza perpetrada por cientos de españoles traicioneros y ambiciosos lidereados por Hernán Cortés, se intentó amarrar espiritualmente a los indígenas que estaban devastados anímicamente por una conquista forzada. Entonces, alguien tuvo la ocurrencia de crear un símbolo que sirviera de puente entre los indígenas y las divinidades europeas, de ahí provino la Virgen de Guadalupe.

Cuando era niño pensaba que la Virgen de Guadalupe era una especie de diosa mexicana, pero después me dijeron en mi escuela marista que se trataba de la misma Virgen María, es decir, la mamá de Jesús. No entendía por qué la mamá de Jesús de repente se hizo morena y se apareció por aquí. La respuesta ahora la sé, se trató de una simple política de alienación para controlar a los indígenas. No es casual que el lugar de actual veneración a la guadalupana sea el mismo que antiguamente utilizaron los mexicas para adorar a Coatlicue, madre de Huitzilopochtli, deidad redentora de los pueblos de Aztlán. Se trató de un artero acto político que utilizó los hábitos indígenas para facilitar la dominación espiritual.

Lógicamente los astutos españoles se inventaron una leyenda para sostener la transición Coatlicue-Guadalupe, que es, en pocas palabras, la siguiente: En 1531, un indígena converso rebautizado como Juan Diego, iba caminando solitario por las colina del Tepeyac para llegar a la misa dominical en la Iglesia de Santiago Tlatelolco, y de repente, de entre los matorrales, escuchó una música celestial que emanaba de una mujer hermosa (claro que no podía ser fea; ya ven que uno de los vicios más recurrentes y poco criticados de la cultura occidental es vincular lo bonito con lo bondadoso). Esa mujer le dijo que tenía ganas de que en ese lugar se le construyera un templo de veneración, y le encomendó que se lo planteara al obispo de la recién conquistada Tenochtitlán, ahora en proceso de sepultura para dar paso a la actual Ciudad de México. Obviamente nadie le creyó nada a Juan Diego. Después, nuevamente se encontró a la mujer, quien le preguntó por su templo, Juan Diego, avergonzado le dijo que nadie le había creído y le habían tildado de loco; pero la mujer, aferrada en que le construyeran su templecito, forzó la situación y le pidió a Juan Diego que regresara a hablar con el obispo, sólo que esta vez con una prueba que revelara un mandato divino. Juan Diego, sumiso y obediente, hizo lo encomendado, recogió unas rosas de castilla en su manto y fue nuevamente con el obispo. Esta vez pasó directamente con él, sin muchas palabras mostró las rosas que le había dado su patrona, y ¡zaz! que se produce el milagro, las rosas habían dejado marcada la imagen sagrada de la Virgen morena. Se trataba notablemente de una pintura no muy realista, pero no importó, los estándares estéticos de la época eran eso, quizá si hoy "hubiera ocurrido el milagro" tendríamos una fotografía nítida, no importa. El hecho es que la Virgen imprimió su propia imagen en el manto para ser venerada. Mucha vanidad ¿no? Y ahí acaba la historia, no es nada gloriosa, sólo un anhelo de “un ser divino” por ser venerado. Principio que por cierto va en contra de la base monoteísta de la propia cristiandad, pero ya nadie lo cuestiona. El catolicismo promueve la idolatría ¿y qué…?

Si se preguntan sobre la vida de Juan Diego después de haber cumplido su mandato, la verdad nadie lo sabe. Seguramente murió pobre y en el cielo Dios y Gadalupe lo apapacharon. En realidad los escritos sobre este personaje indígena aparecieron ciento cincuenta años después. Es como si ahora yo me pusiera a especular sobre la vida de los hijos de Benito Juárez sin poseer ninguna referencia histórica, sólo con el fin de justificar algo injustificable.

En realidad este mito difícilmente puede ser situado en una temporalidad histórica, incluso en 1996 el propio ex Abad de la Básilca de Guadalupe, Guillermo Schulenburg, afirmó que todo lo relacionado a Juan Diego se trataba de un invento; por lo tanto negó la existencia de la tal Virgen de Guadalupe, porque Juan Diego, en teoría, fue el único que la vio. Esto provocó ira e indignación de varios guadalupanos que protestaron la inmediata remoción del Abad por su falta de fe. Tenemos aquí el ejemplo claro que incluso cuando la iglesia intenta ser honesta y dice abiertamente que sus fábulas fueron inexistentes, los propios cretinos engañados defienden una vida en la mentira.

Desoyendo a Schulenburg, y con el afán de aumentar su poder en México, la Iglesia Católica canonizó al personaje ficticio de Juan Diego. Pero hasta en eso les falló la mínima lógica y seleccionaron la peor imagen posible para representar a un indígena mexicano. Quizá ni siquiera se cuestionaron en ello, pero los indígenas son en su mayoría lampiños, la barba cerrada es una característica europea, no tiene nada que ver con la realidad fisionómica indígena. Además, se malbarato penosamente el titulo de Santo, que antiguamente se otorgaba a los más aguerridos defensores de la cristiandad, a los mártires. En el caso de Juan Diego se trató de un simple mensajero que al parecer no tuvo ningún elemento virtuoso, quizá sumisión y obediencia.

12 de diciembre, me fui a ver a la virgencita

Esta fecha por primera vez quise conocer de cerca la pasión (o ignorancia) mexicana y fui a la Basílica de Nuestra o Señora de Guadalupe. Los cálculos de la Delegación Gustavo A. Madero indicaban que esa noche se congregarían aproximadamente siete millones de personas. Sí, suena absurdo pero así se decía. Llegué en metro con mi amigo Jordy y no tuvimos ningún problema para entrar a la Basílica que tiene un espacio para 50 mil personas. Dimos el rol por el lugar, vimos a gente con esas absurdas actitudes medievales y oscurantistas al martirizarse con largos trayectos hechos con las rodillas al desnudo. Subimos al cerro del Tepeyac y descendimos por el sitio que ostenta la imagen escultórica que entraña todo el simbolismo del lugar: la subordinación de nobles guerreros indígenas postrados ante la deidad de los conquistadoras, la impuesta Virgen de Guadalupe. Uf, en ocasiones una imagen sí dice más que mil palabras.

Ya de regreso quisimos ser participes en las peregrinaciones, no había muchos cánticos, quiero suponer que la gente ya iba muy cansada y ansiosa por llegar. Lo que sí había y me conmovió, fue una gran cantidad de personas que se solidarizaba con los peregrinos y les regalaba agua, atole, tortas, tamales, panes, cafés, etc. Eso sí, dejando un marranero a su paso.

Caray, escribí mucho y quiero salir a un evento de Greenpeace. Sin embargo, antes me gustaría hacer una reflexión final: Muchas personas creen que la religión católica no hace daño a la gente, más bien, orienta y promueve la armonía en la sociedad; quizá tengan un poquitito de razón. No obstante, considero que toda alienación ciega tiende a lo negativo, la dogmatización de la vida lleva a la intolerancia y a la incapacidad de un diálogo basado en preceptos racionalmente planteados. No hace falta tener un poco de criterio para darse cuenta que la Virgen de Guadalupe es una gran mentira histórica y un gordo negocio para la Iglesia católica. Finalmente, eventos como este reflejan que, nosotros como mexicanos, seguimos siendo un país muy atrasado, semibárbaro y poco crítico; y de seguir así continuaremos siendo una democracia disfuncional y una porquería de país. ¿La culpa es de los peregrinos? No del todo, ellos lo hacen por candidez y manipulación. Habría muchas direcciones para apuntar con mi dedo flamígero en la búsqueda de culpables. Y quizá, en el fondo, a muchos les conviene que las cosas sigan así, que los borreguitos sigan dando su espectáculo anual mientras que otros están en su casa viendo la televisión.

Ya de colofón vean este trailer de una película espantosa que esta ahora en cartelera sobre el robo de la imagen sagrada de la Virgencita. Júzgenlo por ustedes mismos.








miércoles, 9 de diciembre de 2009

Couchsurfing, mundo solidario y abierto. Segunda parte

Mientras transcurrían nuestros últimos días en Dublín nos aplatanamos gacho. En verdad, muy pocas hacíamos, alguna fiestilla, la típica rutina a los bares por la noche, muchas caminatas sin sentido con El Malacopa y mal alimentarnos con papás y hamburguesas. Aunque sabíamos que nuestro siguiente destino era Londres, poco hicimos por buscar hospedaje vía Couchsurfing. En aquel momento El Bodo, era quien tenía la experiencia vivencial sobre este menester, y yo, cómodamente esperé a que fuera él quien se ocupara de enviar solicitudes. Grave error, mi hermano estaba embelesado con la visita de su novia Marianini y el tiempo se escurrió sin prever nada sobre nuestro futuro inmediato.

Salimos rumbo a Londres el 6 de enero. Todo se improvisó de última hora. Ni siquiera teníamos un hostal donde llegar, quizá por desidiosos , quizá por amor a la improvisación. Antes de partir, ya con el tiempo en cima, se nos ocurrió enviar algunas solicitudes de hospedaje que no encontrarían respuesta o, en el mejor de los casos, producirían un sutil rechazo. ¡Bah!, terminamos por llegar a un hostal carísimo. El couch había fracasado en una magalópolis que tiene más 8 mil miembros.

Londres nos dejó tres enseñanzas couchsurferas: 1. La opción era enviar muchas solicitudes con considerable anticipación para que pegara alguna; 2. La realidad inocultable de que siempre será más sencillo que se hospede sólo a una persona que a dos, y; 3. La búsqueda minuciosa por un perfil convincente y compatible con nuestros intereses.
Porto
Ya frustrados en Reino Unido, pedimos alojamiento en Portugal, aunque al comienzo tampoco seríamos tan afortunados en el hospedaje. Antes de llegar a Porto, enviamos algunas solicitudes. Nadie podía recibirnos y acabamos en un pintoresco hotelucho supervisado por una tierna viejita chimuela. Entonces, mi hermano tuvo la ocurrencia de ir a un evento organizado por couchsurfers para integrarnos a su mundo, y quizá, si la suerte lo permitía, obtener el primer hospedaje con ellos.

¿Cuál..? No pescamos nada de hospedajes. Pero fue una bella noche, muy alegre y exhaustiva. Era el 10 de enero, y junto a Maria, Rita y Denisse, celebré el arribo de mi cumpleaños durante la media noche.

El 11 de enero será un grato recuerdo, los couchsurferos recién conocidos nos llevaron a una inolvidable puesta de sol; y al suspirar el último asomo de luz y comenzar la noche, nos invitaron a cenar a un restaurante de mariscos. Quedaba sorprendido por esa noble y genuina espontaneidad, por primera vez sentía la esplendidez del proyecto couchsurfing.


Con Rita Pinto y Maria Melo



Coimbra

En Coimbra todo salió bien, al fin obtuvimos couch. Nos recibió Carlos Moreira, un miembro experimentado, de esos que ya tienen toda una rutina metódicamente calculada para sus invitados. Nos citó en el centro de la bella plaza central y pasó a recogernos en su vochito, nos llevó a su depa y nos pidió que lo esperaramos mientras terminaba algunas labores.

Carlos nos dio un amigable tour por su pintoresca ciudad, charlamos y charlamos mientras conocíamos los sitios más memorables. Comimos en la insigne Universidade de Coimbra, donde exhibí un torpe espectáculo al derramar mi charola llena de sopa en medio del pasillo, no pasó nada grabe sólo el aplauso burlón de algunos estudiantes. Ya para concluir esa fructuosa jornada, fuimos con varios actores de teatro a brindar por Portugal -¡Saúde!-. No cabía duda que la mejor manera de conocer Coimbra era con Carlos, el couchsurfer más activo de todo Portugal.


Carlos Moreira


Leiria

Mi hermano conocía a una amiga couchsurfera en Leiria, una señora que en cierta ocasión se había quedado sin dinero en Dublín y por azares del destino había conocido a Sebastián, quien no dudó en ayudarle y le brindó un precario hospedaje. Lo que mi hermano no sabía, era que esa señora, Sandra, era una rica solterona excéntrica que estaba apasionada por couchsurfing. Quedó muy agradecida por la hospitalidad de mi hermano, y ahora esperaba ansiosa le llegada du llegada para corresponder de alguna manera con su detalle. Nos recibió con honores en su espaciosa casa. Abrió quesos, vinos; preparó una cena exquisita y nos llevó a escuchar fado a un típico restaurante de petiscos. Además, por si fuera poco, nos compartió un sinnúmero de detalles interesantísimos sobre la historia lusa y mundial, sus múltiples anécdotas viajeras y su ineterés por México. Quedé francamente sorprendido por su conocimiento literario, poético y cinéfilo. Nuevamente vivímos la magia de Couchsurfing.



Sandra Gaspar


Granada

Al abandonar Lisboa fuimos a España, pasamos cuatro días con el Malacopa en Sevilla y desde ahí nos fuimos a Granada, el último bastión español en manos de los musulmanes antes de que fueran definitivamente vencidos por los Reyes católicos.


En Granada la historia de Sandra se repitió. Mi hermano había hospedado por medio del couch a un alemán en Dublín, Cristopher Waltz, quien esta vez correspondía a tal gesto en Granada.


Cristopher fue muy amable, aunque vivía en bacarrota e incluso debía la renta de su piso. Tipo locuaz, espectacular bailarín de salsa y muy ambicioso, siempre hablaba de su sueño de querer hacerse rico. Es una figura, eso es incuestionable. Nos hospedó durante tres divertidos días.



Cristopher Waltz y sus dos compañeros mexicanos

Malaga


En Málaga conseguimos hospedaje con Félix Ceiba, un músico y deportista venezolano que nos trató con gran amabilidad. Quizá el couchsurfer más acogedor de todos los que haya conocido hasta ahora. Desde que llegamos intentó pagar todo lo nuesto, y no porque fuera rico, sino por mera solidaridad. Obviamente no lo permitimos aunque siempre insistió.

Félix no sólo nos hospedó a nosotos, también en su depa se quedaba una chica alemana couchsurfera, Saskia Linz, quien devino una inseparable amiga durante aquellos días andaluces.

Todas las noches, de manera indefectible, salíamos a un costado de la catedral de Málaga con una o dos botellas de vino, Félix tomaba su guitarra y cantabamos hasta perder la voz. ¡Que bello recuerdo!



Saskia Linz y Félix Ceiba

Kenifra

Después de España partimos a Marruecos vía ferri. En aquel país poco hicimos por tener la experiencia couchsurfing porque eramos cuatro y obviamente era díficil que alguien estuviera dispuesto a recibir a todo ese tropel.

Iban con nosotros Jimena y El Malacopa, quienes se mostraban un poco escépticos con todo lo relacionado a couchsurfing. No obstante había una persona en Kenifra que sí nos aceptó e incluso se mostraba animosa a llevarnos al desierto. Ingenuamente mi hermano y yo incitamos a nuestros compañeros para ir en pos de él a un pueblito rascuacho que poco tenía de atractivo, pero nos entusiasmaba mucho esa idea de conocer el desierto, los oasis y los caballos en el Sahara.

Al llegar a la estación de autobuses de Kenifra, encontramos al supuesto couchsurfero, un personaje mamón que ni siquiera preguntó nuestros nombres y nos metió como reses a un taxi que después nos hizo pagar. Fue la primera vez que me sentí inseguro, el chico no mostraba ningún rasgo de simpatía. Llegamos a su hogar, una casita humilde hecha de barro, y entonces el sujeto cambió su tono hóstil por gestos más amables. Nos invitó a ir al desierto de inmediato, eso nos gustó. Pero, poco a poco evidenció sus verdaderas intensiones, lo único que en realidad quería era vendernos un paquete turístico de 150 euros para obtener así una jugosa comisiones. Todos nos decepcionamos y no aceptamos su pésima oferta. Pasamos desilusionados la noche y nos fuimos por la mañana a Marrakesh. Era la otra cara de la moneda, conocer a alguien que utilizaba el noble proyecto de couchsurfing sólo para hacer negocio. ¡Bah!, de ese tipín ni siquiera tengo foto. Francamente desde que lo conocí me cayó mal.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Experiencia couchsurfing. Primera parte

Tres años atrás, un amigo queretano quería presentarme a tres simpáticas brasileñas. Me agradó la idea y concretamos una cita en el centro histórico, específicamente, en una cafetería de un elegante edificio Art Decó que se encuentra en frente del Palacio de Bellas Artes.

Llegué más temprano de lo acordado, ordené un café expresso y aparté una mesa. En soledad, di un par de sorbos revitalizadores y pensé en el caos que me rodeaba: la Ciudad de México, el gran monstruo de América. Estaba ahí, solo, observando un valle de Anahuac empequeñecido ante mis ojos. Podía ver desde mi mesa la emblemática Alameda, la Torre Latinoamericana, Tlatelolco, Garibaldi y las torres de la catedral metropolitana; y todo, recubierto por aquel típico manto de smog ¡maldito aire impuro! No obstante, pensaba que aquel era un tremendo sitio para presentarle a los extranjeros mi inclemente y contrastante urbe.

Aparecieron las brasileñas un poco tarde. Me levanté y las salude amigablemente – Boa tarde eu sou Luis, sejam bem vindas na Cidade do México- Y ellas, del mismo modo, celebraron aquel bello panorama – Luiz, muito prazer e parabéns pela escolha este lugar é bonito demais.-

Falamos por horas sobre Brasil, México, política, anécdotas y viajes; y fue con los viajes que una de las chicas comenzó a relatar sus maravillosas aventuras mochileras através de Europa, en las que, según ella, por medio de internet existía un método para conectar a desconocidos solidarios que te permitían hospedarte gratuitamente en sus casas. Surgió mi natural escepticismo. Creía que era bastante bueno para ser verdad, y que probablemente aquella chica era medio mitómana. En fin, de cualquier manera me quedé muy curioso y le pedí la dirección en internet para verlo por mi cuenta, ella me anotó el nombre de la página en un papelito y después se me perdió.

Meses más tarde, a inicios del 2007, surgió la inquietud con Jordy de consolidar por primerísima vez un mochilazo a Europa. Aún lo veía lejano, pero mis padres, sopresivamente, me dieron luz verde para comprar los boletos de avión y largarnos a veranear. Fue ante esa circunstancia que recordé aquella plática con la brasileña, entonces lo comenté con Jordy, quien también había escuchado algo similar e incluso sabía el nombre de la página: couchsurfing. Nos inscribimos y comenzamos a solicitar algún hospedaje en Madrid y Paris. En ambos nos rechazaron y no insistimos más. En realidad ya teníamos una ruta regularmente definida con ciertos amigos que nos recibirían y no necesitábamos tanto del couch; además, sinceramente, nos daba desconfianza y por eso desistimos.

En el verano del 2008, llegó el turno mochilero de mi hermano Sebastián, quien también pretendía recorrer el viejo continente. Su viaje sería más ambicioso y duradero. Pensaba quedarse diez meses y trabajar por allá. No tenía nada definido y se sentía desesperado por estar a la deriva. Entonces, una noche al verlo conectado a internet, le comenté sobre couchsurfing, aquel método que yo desconocía pero que, quizá, podría ayudarle un poco. Mi hermano, notablemente ansioso, entró a la página, se inscribió en caliente y comenzó a enviar solicitudes de hospedaje a Dublín. Fue aceptado inmediatamente por un brasileño, y a partir de ese momento, su largo viaje europeo quedaría sellado por couchsurfing project.

Alcancé a mi hermano en Dublín en diciembre del 2008. “El Bodo” vivía plácidamente en un amplio departamento al lado de Liffey river, muy próximo a Temple Bar (prácticamente en el centro de la ciudad). En la capital irlandesa había un grupo muy unido de couchsurfers, un clan solidario y fiestero del cual, por supuesto, mi hermano ya era un miembro infalible. Gracias al contacto con los couchsurfers, Sebastián había obtenido un buen trabajo y decenas de amistades. Ya cuando lo visité en la isla esmeralda, mi hermano estaba en la cúspide de su popularidad.

Bodostián en frente de su ex departamento, al lado de Liffey river.



Pronto me integraría de lleno a la experiencia couchsurfing…

CONTINUARÁ....

domingo, 15 de noviembre de 2009

Las palabras corren

Después de casi dos meses de preparación, les presento el resultado final de este proyecto experimental titulado “Las palabras corren”


Veintitrés personas, respondieron a la solicitud: “Dime lo que quieras en menos de un minuto”. El ejercicio no fue tan sencillo como parece. La mayoría de los seleccionados buscaron alguna orientación adicional, pidieron mayor tiempo para estructurar mentalmente su breve discurso; incluso, hubo quienes me pidieron días de plazo. No obstante, la minoría se lanzó directamente al ruedo y habló lo que le vino en gana sin ningún tipo de censura.


El video procuró dar cierta linealidad discursiva ante la obvia inconexidad en la respuesta de los participantes, quienes tuvieron por única regla comenzar y culminar su participación con la palabra “entonces” y concluir con la frase “y luego”, o viceversa (hubo exepciones). El objetivo era crear un efecto que permitiera crear la ilusión de que todo se decía en un misma plática. Se Trató de un extraño cadáver exquisito, sin la particularidad de inducir a nadie hacia un punto específico, simplemente dejando que todos se expresaran libremente.


La vida social nos lleva a encarar innumerables perspectivas, miles de historias y diversas interpretaciones del mundo. Cada quien reacciona de manera distinta ante un estimulo verbal. Hay quien se cohíbe; hay quien de repente se vuelve excéntrico. Hay quien es predecible; hay quien sorprende por su originalidad.


No existió ninguna imposición en los diálogos. En varias ocasiones el lugar de grabación fue determinante para que el participante se definiera en sus palabras. Hubo quien se limitó a lo descriptivo, quien inventó historias, quienes externaron preocupaciones existenciales, e incluso, quien reveló una parte íntima de sus vidas. En realidad todo fue azaroso y fluyó con una absurda discontinuidad.


Intenté buscar perfiles distintos, lugares variados y contrastes discursivos. Me di cuenta que un trabajo así podría llevarme meses e implicaría cientos de entrevistas para seleccionar, quizá, sólo las veinte participaciones más sobresalientes. No fue así, les muestro lo que va, lo que salió en mis tiempos de ocio, así, en caliente, sin excepciones.


Participaron amistades y desconocidos de diversas nacionalidades, y me gustaría utilizar la palabra “nación” en su sentido más amplio, es decir, no tanto por pertenecer a un país, sino por tener una identidad divergente. Por ello, además del castellano, son habladas cinco lenguas: inglés, mixteco, rumano, neerlandés y suizo-alemán. El problema de los subtítulos lo seguiré debiendo.

Hasta la próxima.

martes, 20 de octubre de 2009

Tres preguntas a Quentin Tarantino

No puedo negarlo, Inglourious Basterds (2009) me gustó. Los actores son excelentes, el dinamismo del filme es estupendo, los diálogos muy inteligentes y la fotografía es prodigiosa.

De antemano sabía que una ficción de Tarantino ambientada en la Segunda Guerra Mundial destrozaría cualquier apego histórico y así fue, y francamente no me molestó, incluso celebro el planteamiento inverosímil de aquella “realidad alterna”.

Sin embargo, hay tres situaciones que simplemente son inexplicables en el filme y no queda más que alzar la ceja y cuestionarte mentalmente. –Pinche Tarantino, ¿de dónde sacó esa jalada?-
Por eso arrojaré tres cuestionamientos (Si no han visto la peli, mejor ni los lean porque se sentirán lastimados al saber partes de la trama; por el contrario, si ya la vieron, háganme el favor de responderse las preguntas.)

1. ¿Cómo Shosanna, pasa de ser una niña campesina en persecución a una dueña de un Cine hermoso?
2. ¿Cómo la sofisticada y omnipresente Gestapo dejaría a la deriva a toda la élite nazi mientras se encuentra en el Cine? De plano se les encerró de la manera más simplona y ridícula.
3. ¿Cómo puede ser que Standartenführer Hans Landa, el inteligentísimo "Cazador de judíos", de repente entre en un lapsus pendejus, y le entregue sus armas en medio del bosque al sanguinario Aldo “el apache”?

Y por último...

¿Por qué Tarantino usa zapatos de mujer?

Vuelve la curiosidad por Rumanía

Rumania sin duda es el país latino más distante para nosotros. Su lengua es poco estudiada, su historia desde el ámbito académico mexicano es irrelevante y su lejanía prácticamente la hace inalcanzable. Hasta hoy no conozco a un solo amigo mexicano que conozca aquel país.

Lo poco que se llega a saber de Rumania son, a mi juicio, tres cosas. Y esto, refiriéndome a un interlocutor medianamente letrado:

1. Vivió una abominable dictadura socialista dirigida por Nicolae Ceauşescu, quien murió fusilado después de una revuelta popular.
2. Dos escritores influyentes: Eugéne Ionescu y Emil Mihai Cioran. El primero dramaturgo, padre del teatro del absurdo; el segundo filósofo existencialista de tintes fatalistas. Ambos migraron a Francia y desde allí alcanzaron notoriedad.
3. Nadia Comaneci, quien a sus escasos catorce años obtuvo una calificación perfecta en gimnasia en los Juegos Olímpicos de 1984.

A mis veinte años me interesé mucho por Rumanía, un país misterioso que no estaba presente en ningún texto de “Historia Universal” (No hace falta decirlo, pero en México “lo universal” sólo abarca ocho países europeos y Estados Unidos.) Rumanía tiene un pasado muy interesante: centro de incontables migraciones, provincia romana, región rodeada por países eslavos y de tradición cristiana ortodoxa, su lengua durante cientos de años utilizó el alfabeto cirílico, en cierto momento formó parte del imperio mongol y años después formó parte del Imperio Otomano.

Su música me cautivó. Durante meses escuché día y noche el ritmo Manele y me hice fan de Nicolae Gutza. Comencé a estudiar la propia lengua rumana en la UNAM, se me facilitó mucho por su similitud con el italiano, aprendía rápido, pero la pereza de la profesora me desesperó y abandoné el curso. Y así, poco a poco, la emoción fue pasando hasta quedar como un pequeño detalle de mi vida que rarísimamente evoco.

Pero estos tres dias nuevamente rebrotó aquel gusto, releí mis notas de rumano, escuché la bella música Manele y volví a la historia de aquel país gracias a Herta Muller, escritora rumano- alemana ganadora del premio Nobel 2009.

De hecho escribí un artículo sobre ella para Treff3 que se puede leer aquí: Herta Muller, ganadora del premio Nobel de literatura 2009

domingo, 18 de octubre de 2009

Distintas Latitudes, quinto número

Estimados lectores, deseo invitarlos a visitar el quinto número de nuestra revista de reflexión latinamericana Distintas Latitudes.

En esta ocasión colabaré con un foto-reportaje sobre la Santa Muerte, y un artículo sobre la violencia en Rio de Janeiro.

viernes, 16 de octubre de 2009

Vuelvo al blog

Ya tenía muchos días sin escribir en mi blog, no por falta de ideas o sensaciones que, sin duda han sido agitadas. Esta notoria lejanía se debió, simplemente, a la incertidumbre sobre el qué escribir, y es que hay tantos y variados temas que transitan por mi mente que difícilmente puedo concentrarme en uno solo y desarrollarlo con denuedo. El blog sólo refleja, ocasionalmente, momentos pequeñines de inspiración; jamás podrá equipararse a la compleja maquinaria que es nuestra mente, siempre tan cambiante.

Pero salgamos de ese rollo mareador; el motivo que me ha hecho volver a escribir es el deseo de compartir cinco bellos descubrimientos a lo largo de esta semana bastamente provechosa.

Los primeros dos se refieren a bellos aciertos literarios:

1.“El hombre mediocre” de José Ingenieros. Ensayo vertiginoso que permite entrever lo que será años después la obra más reputada de José Ortega y Gasset: “La rebelión de las masas”. Ingenieros hace una enérgica crítica a un malentendido sistema democrático, a esa ramplona y casi generalizada hipocresía social, a la falsa modestia, y a todas aquellas vidas dirigidas en función a la opinión ajena. Excelente texto de amplio lenguaje.

2. “La insoportable levedad del ser” de Milan Kundera. Novela destacada por su lenguaje sencillo y directo. Sugiere planteamientos existenciales que encontrarían cabida en cualquier menta idealista y reflexiva. Esgrime con maestría el conflicto interno de la otredad, al lanzar cuestionamientos inquietantes como: ¿se debería aceptar sin recelo la dependencia a otro ser?, ¿realmente podemos aceptar como única razón de nuestra existencia a nuestra propia vida?, y finalmente ¿qué queda cuando fenece la existencia…?

La tercera gran sorpresa fue “el carro de las comedias de la UNAM”, un sitio de buen teatro a cielo abierto en medio del Centro Cultural Universitario. La obra en turno es una sátira de Emilio Carballido: “¡Silencio pollos pelones, ya les van a echar su maíz!”. Irónica e imprudente, desenmascara esas nobles acciones políticas que tienen como fin la inequívoca búsqueda del prestigio personal, del aplauso del vulgo y la fama efímera e hipócrita que se genera.

La cuarta y quinta sorpresa provienen del cine.

4. “Juntos” (Suecia 2000) Extraordinario filme que refleja las contradicciones e ironías de una comuna hippie en Estocolmo durante los años 70’s. Brillantes diálogos y estupendas actuaciones permiten adentrarnos en un mundo de librepensadores que luchan contra el establishment capitalista. Los ideales políticos y anti-alienantes terminan por consolidar una frágil burbuja que en algún momento se quebrantará ante la inherente naturaleza humana.


5. “Los Herederos” (México 2009) Impactante documental que refleja la vida de los infantes en el campo mexicano. Sin diálogos, sin actuaciones. El director penetra la intimidad de una sociedad ajena a nuestros valores, consigue que el espectador por sí mismo llegué a sus conclusiones: ¿denuncia social?, ¿documento antropológico?, ¿injusticia laboral?, ¿una niñez sin prejuicios que encuentra diversión en cualquier labor? etc. Todavía prevalece en mi mente con gran claridad la mirada de una veintena de campesinos que se movilizan apretados en la parte trasera de una troca mientras se escucha al fondo la bella melodía oaxaqueña de "Dios nunca muere". Felicidades a Eugenio Polgovsky.

martes, 6 de octubre de 2009

Quimera

Y así corre el tiempo, supeditando a la vida misma. ¡Maldito zurullo inacabado!, ¿quién lo diría? Francamente me duele que seas así, tan incompetente. Me pregunto el por qué a tu decimoctavo año abandonaste estúpidamente el escultismo que tanto amaba; cincuenta versos insulsos fue todo lo que pudiste darme ¡No me jodas!; fue sólo un maneto mediocre que emanó nula inspiración. ¿Quieres ahora que sea compensativo y te brinde otra oportunidad? No, ya estoy harto de andar de candajón, consciente de que todo tú eres un simple alucinamiento. Pero esta vez mi ilusión es ya un cándalo, no pretende receptar más delirios. Me voy. Sí, ante una atmósfera tétrica sin querer ser más mitigativo y aceptar el misérrimo destino que me aleja de cualquier ansiedad peguntosa. Me retiro sin empurrar los recuerdos del pasado. Simplemente ha llegado la hora, no tengo que decir más. Hasta nunca.

viernes, 11 de septiembre de 2009

La Iglesia Universal (Parte 3) descarado lucro de fe

Recomiendo leer antes la parte I y parte II de esta saga. Si les da pereza entonces léan directamente esta entrada, no es nada ininteligible., se trata de la tercera parte de una secuencia anecdótica-reflexiva sobre las pillerías de unos brasileños ingeniosos que crearon su gran emporio empresarial a través de lo inmaterial, lo etéreo, lo meramente imaginativo, lo intangible y sumamente poderoso: la fe.
En esta tercera parte trataré de desarrollar sucintamente la evolución de la Iglesia Universal, su expansión, críticas, mofas, y mucho más de sus impúdicas acciones.
El nacimiento
La Iglesia Universal surgió en 1977 como una asociación dirigida por Edir Macedo, quien por la gracia divina de sus calzones se autonombró "Obispo Mayor" de la secta.
Instaló su nueva empresa de fe en Rio de Janeiro junto a otros cuatro compinches. (de los cuales podrán ver más adelante en un vídeo como uno de ellos traicionó a Macedo con un vídeo que exhíbe al Obispo en una conversación truhán). Macedo necesitaba algún distintivo que lo alejara de lo convencional. Usó lo vanguardista, jovial, vigoroso, explosivo; era importante romper con el esquema de misa católica que con su lectura bíblica se había vuelto inentendible para cientos de seudo-analfabetas. Macedo observó esa ignorancia en el rebaño y la embaucó de otra forma, con un teatro de altísimo profesionalísmo.
Para forjar su teatro necesitaba actores, formó a sus pastores con un excelente grado actoral, todos los pastores de la Iglesia Universal, actúan del mismo modo, con la misma tonadita, con idénticas gesticulaciones; son pastores que explotan emocionalmente en el escenario, que inventan historias sobre cómo encontraron a Dios y salieron avante en sus insufribles vidas, que lloran al contar su infancia, exitan al público con sus absurdas plegarias, chantajean a quienes tienen dudas, cantan y alzan con fuerza sus manos para sentir la presencia de Jesús, y que después comenta -"sí, lo siento esta aqui, ¿ustedes lo sienten?"-, entonces el público ante tal impacto enloquece y hace cualquier cosa que el piadoso actor indique.

Las criticas hacia la Iglesia católico son un capital que Macedo no puedo desperdicar. Todo tema polémico de los católicos lleva por inercia la contraria de la Iglesia Universal. Intenta mostrarse como una Iglesia de vanguardia, sin prejuicios, una opción de fe progresista del siglo XXI. Por ejemplo, han adoptado una firme postura en contra del celibato de sus miembros, al argumentar que la Biblia jamás expresa dicha aberración contra natural. Tampoco se oponen a la utilización de condones u otros preservativos; por el contrario, en Brasil y África han repartido este método anticonceptivo a sus feligreses. Han abierto sus puertas abiertamente a homosexuales y transgeneros (aunque todavía no reconocen el matrimonio gay). Apoyan la utilización de células madres. Pero quizá, el tema más polémico es su postura favorable a la legalización del aborto.

La Iglesia Universal utiliza frecuentemente en sus misas un léxico empresarial que privilegia al dinero como el bien más importante; pregona su “deseo” de formar en cada miembro a alguien emprendedor, que sobrevuele su infortunio y obtenga riquezas materiales, las cuales llevarán como gaarantía la propia intermedicación de la Iglesia con Dios, pero para ello obviamente tienen que mocharse con su diezmito, un pago que, prácticamente, adquiere el significado de "inversión a futuro", la frase típica de "sin dinero no baila el perro", aqui es aplicable:"sin dinero no te baila Dios". Para Macedo la única manera de agradar a Dios es cumplir cabalmente con “su palabra”, es decir, la interpretación bíblica que los mismos sujetos de su mafia hacen, y el elemento clave, el de mayor énfasis, es precisamente el pago de contribuciones divinas que arroparán de bendiciones especiales a quien las realice. Esa es la base del gran negocio.

El proceso de expansión de esta Iglesia esta basado en sofisticados sistemas de marketing; se realizan elaborado estudios sobre las características de la población, sus carencias y la propensión existente para caer en sus garra.

La jerarquización institucional es también digna de mención. Lógicamente el Obispo Macedo es la gran cabeza, el líder máximo y vitalicio; después de él vienen los Obispos, quienes son sus más cercanos cuates, por lo que es casi inoperable un criterio basado en el mérito, aunque habrá excepciones. Los terceros en jerarquía son “los pastores” ellos son el elemento de encaje entre el feligrés y la institución, son persuasivos, chantajistas, gritones, histriónicos, un poco cómicos, buenos psicólogos e incisivos para solicitar el bendito dinero. En el último escaño están "los hermanos(a)", quienes no tienen ningun salario y están ahí de buena fe, pobrecitos, son los más jodidos de todos; pero no seamos ingenuos, quizá tengan en mente volverse pastores y así tomar en un futuro alguna rebanada del enorme pastel. No lo había mencionado pero la estructura es totalmente machista, sólo hay mujeres en la base de la pirámide.

Existe en la red el siguiente vídeo titulado “Bispo Macedo ensinando como roubar fiéis”. El gran jerarca religioso invita a sus cuates a jugar futbol (como buen brasileño) y después los reúne para enseñarles las tácticas adecuadas para exprimir económicamente a sus rebaños. Es despreciable su descaro. ¡Cerdo mentiroso!

Os dejo aquí con este monstruo llamado Edir Macedo, el dueño del Gran Circo (la versión original está en portugués, pero sí se entiende, sólo presten atención):




Polémicas y parodias
Desde su surgimiento la Iglesia Universal ha propiciado descontento por su desvergüenza social y su enriquecimiento infame. En 1988 Macedo fue procesado y declarado culpable de fraude y malversación de fondos; sin embargo, ante el fantasma de la impunidad que sobrevuela tierras latinoamericanas, fue liberado y, quizá, blindado políticamente.
Un acontecimiento que tuvo gran impacto en la sociedad brasileña en 1995 fue el denominado “chute na santa” (patada en la Santa), acto realizado por el pastor Sergio Von Helder, quien en el día de celebración de la patrona de Brasil Nossa Senhora Aparecida (18 de octubre), incitó en televisión abierta a rechazar aquella veneración idólatra que se opone a los principios monoteístas de su Iglesia. Von Helder no fue nada sutil; por el contrario, se dirigió a la imagen más sagrada de Brasil con una serie de improperios, y culminó pateando una figurilla de la Santa. Los dejo con el vídeo.





Al día siguiente la prensa nacional reaccionó con dureza en contra de la Iglesia Universal. Las injurias lanzadas por el pastor habían llegado demasiado lejos. Los católicos irritados, agredieron varios templos de la Iglesia Universal con piedras y golpizas a sus pastores. Brasil estuvo cerca de una “guerra santa”. La efervescencia llegó a tal punto, que el presidente, José Henrique Cardoso, tuvo que intervenir públicamente y condenar la intolerancia religiosa.
El incauto pastor tuvo que salir corriendo a Sudáfrica con la cola entre las patas. Las amenazas recibidas lo hacían impresentable en cualquier acto público. Ahora nadie sabe nada de él.
Así de fanáticos son los brasileños. Pero sinceremonos nosotros mexicanos, ¿Acaso no nos sentiríamos ofendidos si algun maloso profanara a nuestra Virgencita de Guadalupe? Las reacciones hubieran sido incluso más drásticas, se hubiera linchado al pastor por imbécil.
Como lo mencioné en la parte I, la Iglesia Universal ha hecho raíces en México, su poder es ascendente. Según su propio sitio web, existen más de cien templos diseminados por todo el país.
Su programa “Pare de sufrir” pasa de lunes a viernes por el canal 4 y los domingos en el canal 7. ¡Caraca! su poder está creciendo a pasos agigantados. ¿Llegará el día en que la mafia de Macedo conseguirá revasar a Perverto Rivera y sus secuaces católicos?
En mi segunda patria, Brasil, la fuerza de Macedo es enorme, según sus propios datos, cuentan con más de 4, 500 templos, un canal de televisión, dos periódicos y un partido político.
Alrededor del mundo se encuentran presentes en más de doscientos países, no obstante fuentes más imparciales afirman que su presencia existe aproximadamente en noventa naciones. ¡Alerta mundial!, un tumor maligno se espande por el planeta sin el más mínimo rubor. ¡Sálvese quien pueda!
Haré un manifiesto que jamás firmaré:
Procaces del mundo a sabed,
Si usted no tiene escrúpulos y quiere hacerse millonario de una manera fácil, ¡abra una Iglesia!, después como buen chamán tribal ¡reparta bendiciones!, y si quiere ser más fino, ¡corte las cobijitas viejas de su casa y diga que son pequeños trozos del santo sudario de Cristo!, ya encarrerado y con el pueblo alienado, diga que "de amor no vive el hombre", entonces cite la Biblia, estire la mano y chantajee el diezmo que le corresponde.
Y lo mejor aún, si su país es aún rupestres como México y no entiende a cabalidad el concepto de Estado laico, le adelanto una gran ventaja: ¡ni siquiera pagará impuestos!. No le quede más dudas, es el negocio legal más rentable que hay; y repito, es sólo para usted que no tiene escrupulos, o como dicen mis amigos brasileños, é só pra voce com cara de pau.

Para finalizar este escrito y reirnos un poco, les presento la parodia panameña de estos charlatanes. Llegó el momento de ver “Pague por sufrir…” je je je...



martes, 8 de septiembre de 2009

Ya quiero ver el nuevo documental de Oliver Stone, "South of the border"

Ya esta de regreso Oliver Stone con este nuevo documental político al estilo de "Comandante"(2003) que retrató con lujo de detalle la vida de Fidel Castro.

Esta vez el protagonista es nada más y nada menos que el polémico Hugo Rafael Chávez Frías, presidente quasi-vitalicio de la República Bolivariana de Venezuela. Pero no sólo en torno a Chávez gira la peli, también participa el matrimonio presidencial de los Kirchner, Evo Morales "El cocalero", Fernando Lugo "El Obispo promiscuo", Lula "El obrero", y Rafael Correa "El galán de Guayaquil".

Tengo mucha curiosidad por ver la nueva obra de Stone, ojalá y no la censuren en este país derechoso. En fin, de cualquier manera estoy seguro que no faltará quien la suba por capítulos a youtube, aunque lógicamente prefiero verla en la pantalla grande.

Amigos míos, pueden ser seguidores del chavismo (¡aja!) o repudiarlo profundamente, pero de cualquier manera habrá que ver este filme para ampliar nuestro criterio y aproximarnos de otra manera a esta intensa crispación política que vive sudamericana. Por lo menos allá está sobre la mesa un replanteamiento del sistema político vigente, un debate público participativo que anticipa un cambio de paradigma; infelizmente por acá, en México, estamos aún muy lejos de eso. ¿2012?, lo dudo.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Aguacero en la Merced

El sábado me fui solo al Centro Histórico armado con mi fiel cámara para captar nuevos ángulos de renombrados sitios turísticos, buscar imágenes impactantes de rincones escondidos, crudos, de esos que nunca se han retratado y que están ahí, esperando a que llegue y los capture.

Tenía dos objetivos fotográficos: 1. los altares en honor a la Santa Muerte diseminados por varias calles sombrías y; 2. los ambulantes que están en todos lados. Para hacer mi recorrido comencé por Bellas Artes, caminé al Zócalo, ya de paso entré unos minutos a la catedral, seguí rumbo a Ex Teresa por la calle de Moneda y después me dirigí rumbo a la Merced, particularmente, a la calle de Santo Tomás, famosa por ser una zona de prostitución de bajo monto. Exactamente al momento de llegar, quizá por fortuna, comenzó a llover a cantaros, todas las personas huyeron y me quedé solo, sí, muy solo hasta que encontré un pequeño resguardo precisamente en frente de un imponente altar de La Santa Muerte; de repente, exactamente en el momento que saqué mi camara, sentí que alguien saltaba decididamente atrás de mi, y pensé -Que imbécil, ahora sí ya me asaltaron-, al voltear cautelosamente me di cuenta que era un inofensivo niño gordito que también buscaba protección. ¡Uff!.

Preferí moverme de aquel lugar, en verdad Santo Tomás es una calle macabra. Me dirigí rumbo al Mercado de Sonora en busca de más fotografías, no obstante la lluvia no cesó, más bien se acentuó y nuevamente me quedé resguardado, esta vez, en un techito compartido con otra veintena de cobardes que observaban preocupadas la furia del cielo. ¡Bah! con lo que me encanta mojarme, pero en ese momento no quería que mi mochila se empapara, llevaba mi cámara y algunos libros. Pasaron cinco, diez, quince, veinte minutos y la lluvia se mantenía con una tremenda fuerza. La gente corría, se desesperaba, maldecía, se indignaba. Comenzó a volverse una situación jocosa; ya después de media hora de estar apretado bajo ese techito, saqué mi cámara y me divertí al retratar a la gente apresurada por no empaparse, no faltaron resbalones, gritos y claxonazos a cada momento; la ciudad era un completo caos, pero ese caos fue aprovechado, ¿saben por quién? por decenas de ambulantes astutos que salieron de no sé donde con plásticos y paraguas.-Lleve su impermeable de a cinco varos, cinco varos le vale, cinco varos le cuestaaaa...- cantaban los informales con el típico acentito chilangazo. ¡Arriba el oportunismo mexicano!, me encanta este país.

Prácticamente pasé dos horas en la calle sin poder moverme, los charcos comenzaban a crecer hasta volverse amenazantes, algunos hombres valerosos se arriesgaban a correr de techito en techito hasta que la intensidad disminuyó considerablemente. Había llegado el momento de seguir con mi camino. Próximo destino: El Mercado de Sonora.

La Merced estaba irreconocible, muchos puestos habían quedado inundados; calles enteras se asemejaban a los canales Xochimilco; pero aun así algunos niños con espíritu lúdico revoloteaban sonrrientes en las aguas negras.
La solidaridad fue necesaria, acudí al socorro de tres señoras regordetas que eran incapaces de eviatr un charcote y, finalmente, después de media tarde perdida, llegué al Mercado...

Aquí los dejo con las mejores imágines del "Diluvio en la Merced":

Resguardado con una veintena de miedosos

Dos valientes se lanzan a cruzar la avenida

Foto irónica

Niños descansan después del diluvio.

La Merced bajo el agua.


Aparentemente todo regresa a la normalidad.


viernes, 4 de septiembre de 2009

Buenos vientos llegan del norte

Lo sé, esta entrada improvisada rompe el orden de una secuencia lógica de escritos referentes a la Iglesia Universal. Pensaba en este momento continuar con ese tema tan macabro y criticable, pero no, de repente llegó una serie de bellas sensaciones que deseo plasmar.

No cabe duda, me siento un bienaventurado en el mundo. Por ahora mis mayores quejas son meros embrollos existenciales del tipo “Caray, no sé qué hacer con mi vida”,La cagué por haber estudiado Derecho” o el típico autoreclamo de todos los días “Maldición, soy muy poco disciplinado”. Pero al final del día, cuando el sol se oculta y retorno a casa, no puedo dejar de pensar que realmente mi vida cotidiana es un vaivén de novedades, de bellas sorpresas y aprendizaje fresco. Desde luego existen los elementos reiterativos: el ejercicio matutino, el jocoso juego de palabras con Aurora por la mañana, los suspiros que me arranca la lejanía de España, la indignación de alguna nota en el periódico, las reflexiones de mi padre, las clases en la UNAM, la perdida de varios minutos en esa pendejada llamada Facebook (Caralibro) etc.

Ahora valoro más mi tiempo libre, realmente me gustaría creer que su utilización es la idónea, pero ¿cómo saberlo?, sinceramente no lo sé, aunque puedo decir que me he dedicado a hacer las actividades que más me gustan. Encuentro en este hecho una fascinación finita que no quisiera perder; sin embargo, soy cabalmente consciente de las fases de la vida, y sé que, infelizmente, todo se sujeta a cierta temporalidad, ya sea la vida, ya sea la simple rutina. Me da gusto sentirme revitalizado e impetuoso, y me entusiasma más aún observar que esa energía positiva se puede transmitir a los demás, que hay una magia interna que proviene después de un lúcido intercambio de ideas, concebir que se pueden comenzar a materializar proyectos a través de esa empatía, y que esa conexión pemite arrojarnos con mayor ahínco a la eterna lucha contra el tiempo que nos consume.

Hoy veo con particular alegría como el proyecto de la revista electrónica “Distintas Latitudes” que encabeza mi amigo Jordy Meléndez va adquiriendo cada vez mayor solidez, calidad y prestigio. Y no sólo eso, seguimos creciendo y ampliando el número de potenciales colaboradores con amistades brillantes como Fernando Falconi, Andrés Barrios, Sarasuadi Ochoa y Ana Caballero.

De las personas de mi insigne Facultad puedo decir muchas cosas. Aunque con menor frecuencia, sigo riendo a carcajadas por la ligereza y fino ingenio de Carlos Malacopa. Cada día aumenta más mi admiración por el esmero y vitalidad de Karun Yamin. Y, últimamente, he disfrutado mucho intercambiar palabras con Omar García, de espíritu crítico y ahora compañero fiel de Cienteca cada martes.

Mi hermano, el famoso “Bodo,” se encuentra en su fase más prolífica, hoy prácticamente se encerró en su cuarto para escribir una pieza de teatro completa, ya la leeré con calma al terminar este escrito.

A la “niña” (mi hermana menor) también le vino bien eso de entrar a la secundaria, la veo más elocuente y mejor dispuesta al diálogo; con decir que incluso la he visto escribir a escondidas y leer por las noches.

Mi padre últimamente me espera de la escuela para mostrarme nuevas reflexiones escritas sobre algún tema que abordamos el día anterior; entonces dialogamos, debatimos, llegamos a conclusiones juntos. Mientras estudio, o bueno, ya sincerandome, mientras estoy perdiendo el tiempo a lo pendejo en el Caralibro, mi padre se aproxima a mi cuarto y me deja en mi escritorio la revista Proceso, me sugiere algún artículo u obra literaria y después se va. Hoy por la mañana dialogamos casi una hora sobre un tema aparentemente ocioso: ¿Groenlandia sigue siendo dependiente de Dinamarca? Suena medio burdo, pero los invito a ahondar en el tema y después lo comentamos.

Cosas de la vida. Simplemente, cosas de la vida.

Bueno, y seguramente se preguntará el lector ¿Qué tienen que ver tantas tonterías escritas con el título de la entrada? Oh, bueno, en realidad perdí el hilo sobre lo que realmente deseaba escribir desde un comienzo, ya ven que esto de desvariar las cosas se me da muy a menudo. El hecho es que vengo regresando de la inauguración del festival de cine nórdico en la Cineteca Nacional, vi una película buenísima titulada “La casa de las mariposas negras” del director finlandés Dome Karukoski. Con esta película ya son dos sorpresas consecutivas del cine escandinavo, ya que tan solo la semana pasada había quedado totalmente fascinado por “Reprise, Vivir de nuevo” del director noruego Joachim Trier. Pues ya, era eso, por eso el título de la entrada.


Ah, y de colofón, ¿cómo olvidarlo? Conocí nada más y nada menos que a Carlos Bonfil, el gran crítico de cine de La Jornada, quien casualmente es amigo íntimo de Omar García. Sólo como dato curioso, platicamos largo tiempo mientras caminábamos en pos del metro, fue entonces cuando me dijo “¿Y tú, vienes mucho a la Cineteca?”, mi respuesta fue afirmativa. Me dijo, “Ah, bueno, pues cuando quieras háblame para venir a ver una película juntos” ¡Oba!, ¡que emoción!, ya comienzo a codearme con expertos del cine ¡Ay sí!, la verdad ¿para qué ocultarlo? Sí, me fascina la idea de comentar películas con un buen crítico de cine, será una estupenda oportunidad para seguir conociendo los secretos del séptimo arte.

domingo, 30 de agosto de 2009

Igreja Universal. Robando con fe (Parte 2)

La experiencia desde adentro
Decidí infiltrarme con mi hermano a una de las polémicas misas de la Igreja Universal. Para comenzar, realizamos una pequeña búsqueda en internet y localizamos su templo principal en la Ciudad de México. Llegamos a un gran edificio que en su enorme fachada intenta emular al Partenón griego, pero por dentro no tiene ningún rasgo artístico, más bien se asemeja a un gran cine con tienditas de reliquias, centenas de folletitos y sitios de reclutamiento para jóvenes voluntarios. Ingresé con mi hermano al gran foro donde se efectuaba la ceremonia, ésta ya tendría unos quince minutos de haber comenzado. Y discretamente tomamos asiento en las primeras filas.
El pastor que conducía la homilía (con un exagerado acento brasileño) hablaba con mucha exaltación. Exhortaba a los feligreses a confiar en sí mismos, a vencer al “Gran Gigante” que los tenía confinados en la mediocridad; hablaba de David, aquel pequeño hombre que con ayuda de Dios derrotó a Goliat y consiguió demostrar a sus hermanos que con fe y astucia todo es posible. ¡Bah!. Era un discurso muy chafa y sentimentaloide. Pero efectivo, toda el rebaño de aduladores escuchaba y participaba animosamente cada vez que el Pastor hacia cualquier pregunta, ¿Amén?..

Terminando su ridículo y eficaz sermón, el Pastor nos convocó a pasar al frente, pidió que alzaramos los brazos, que cerraramos los ojos y sintieramos así la presencia de Dios. Todo esto iba acompañado de una música de ambientación y un cambio de luces que iluminaba únicamente un enorme trono vacío en el centro del altar. La gente enloquecía, comenzaba a “hablar” con Dios y confesaba sus pecados en voz alta, mientras tanto, el Pastor gritaba de manera ininteligible con su micrófono hasta que, después de varios minutos gritó"¡Basta!". Con una voz calmada el Pastor tranquilizó al rebaño, pidió que todos nos tomaramos de las manos y rezaramos El Padre Nuestro. Después volvimos a nuestros asientos.

Llegó el momento más esperado, la danza de los billetes, el tiempo de la limosna que, por cierto, ellos no llaman así sino la renombraron con un nombre más glamouroso: “La noble contribución”. Esta sesión meramente monetaria es exhaustiva, dura casi media hora y cuenta con los mecanismos manipuladores mejor afianzados de la Igreja Universal. Es una invitación a donar con las artimañas más sagaces y maniqueas que jamás haya visto, al utilizar la técnica más artera: la exhibición pública.

Son en total cuatro solicitudes de contribución. Las primeras dos son a través de sobres repartidos en cada sesión dominical. El primer sobre se utiliza para depositar el diezmo que, según ellos, es la contribución mínima que se debe otorgar, algo elemental e infalible; además, es el pago que la misma Biblia indica en la cita de Malaquías 3:10, en la cual Dios “promete” bendiciones especiales para quienes se mochan puntualmente. Cito de manera literal: "Traigan íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Pruébenme en esto, dice el Señor Todopoderoso, y vean si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde". Malaquías 3:10. Este texto se lee siempre en la Igreja Universal. El Todopoderoso ha hablado ¡A pagar!

El segundo sobre implica un pago por concepto para realizar una bendición especial para materializar un milagro específico. En este caso existe una cuota fija, son sólo cien pesos. Sí, así de sencillo, se vende el milagro por simplemente cien insignificantes pesos ¿qué generosos, no? En ese sobre de tarifa única deben de adjuntar un papelito con el nombre de la persona interesada y el milagro que espera recibir. Además, ese sobre ¡llegará a Tierra Santa! Y no sólo eso, será también recubierto con el agua del río Jordán. ¡Sí!, el mismísimo río en el que Juan Bautista bautizó a Jesús el Nazareno. No cabe duda la astucia de estos Señores. ¡Ratas mentirosas!
Mi hermano y yo estábamos boquiabiertos, nos parecía el teatro montado más efectivo del mundo. La respuesta del público era casi unánime, decidida y entusiasta a colaborar con los charlatanes. Y cuando pensábamos que todo había acabado e iríamos en pos de nuestros lares, vinieron nuevas técnicas para seguir recaudando dinero de los ya sobreexplotados asistentes. El Pastor con estridencia comenzó a decir con extraño portuñol -“Agora sim hermanos, llegou l’ momento de demostrarle el nuesstro carinho a Deus. Vamos ver, ¿quem de ustedes pode dar el bilhete mais grande pra quedar lleno de bendiciones?. Sabemos que nosotros temos que dar lo mejor de nosotros. Si realmente amamos a Deus no podemos darle lo que nos sobra, tenemos que darle aquello que tiene un valor importante, algo que pueda dar testimonio de nuestro amor con el. Usted tiene que tener claro que lo que usted da agora será retribuido mil veces mais en el cielo, y no sólo de maneira temporal, sino para la eternidade.”- ¿Qué..? No lo podíamos creer. De repente el Pastor abrió un saco y dijo, “Quien pueda dar un bilhete de $500.00 pase al frente rápido, vamos”. Y de manera asombrosa varias personas aparentemente humildes se aproximaron y depositaron la contribución requerida. Al terminar los de $500.00, el Pastor continuó con $200.00, y así sucesivamente hasta llegar a $20.00. Era algo inaudito. Entre las personas que pasaron a depositar cándidamente la obvia extorsión, se encontraba gente con notables problemas físicos, con reumas, mutilaciones, alteraciones mentales, etc. La Igreja Universal promete realizar milagros que ni los médicos podrían hacer, se transforman en el centro de esperanza de los desamparados, juegan con ellos difundiendo un falso discurso benevolente y comprensivo; aunque realmente, en el fondo, abusan de la carencia afectiva y desesperación extrema de los más humildes para materializar su ignominiosa ganancia. ¡Qué indignación..!, ¡Qué desfachatez..!

Ya para cerrar con broche de oro la ceremonia más lucrativa del mundo, una especie de monjas-voluntarias repartió unos pequeños sobrecitos y unas pulseritas con la frase “Jesús me hizo revivir”. Estos dos elementos sellan la misa y el sermón. Los asiduos asistentes ya sabían el simbolismo de ambos objetos e inmediatamente observamos como muchas personas sacaron una fotografía de sus familiares y la alzaron en dirección al altar, mostrandola a aquel trono gigante y vacío donde supuestamente esta sentado Dios. El Pastor comenzó a explicar las indicaciones para todos los novatos “El sobre que tienen en sus manos es para hacer una oración especial para su familia, también tiene una contribución única de sólo $10.00, coloquen una moneda de $10.00, y si no tienen una moneda de esa cantidad pongan dos de $5.00, no hay problema. Ahora tomen el sobre con fuerza ya con la moneda adentro, y pídanle a Dios por las personas que más aman, pídanle para que ellos reflexionen y encuentren también el camino de Jesús. Sientan como Jesús también los ama ¿Amén?” (La palabra Amén es usada con el significado de “¿entendieron?, ¿les quedó claro?, a lo que el rebaño siempre responde al unísono “Si, Pastor”)
Después el joven Pastor explicó el significado de las pulseras. “En sus manos tienen dos pulseras, una es para ustedes, para que porten a Jesús a cualquier lado al que vayan, para que sientan su protección a cada momento; la segunda pulsera regálensela a una persona que estimen mucho y quieran ayudar, alguien que necesite también de la palabra de Deus y del amor de Jesús. A esa persona que ustedes quieren que pare de sufrir, tráiganlo aquí con nosotros el próximo domingo ¿Amén?” Los borregos respondieron “Sí, Pastor”.

Antes de terminar la misa el Pastor insistió nuevamente con la donación de la siguiente semana “No olviden que el próximo domingo tienen que traer los dos sobres ¿Amén?”. Y así la obediente y fanática manada abandonó el recinto, con ellos también salímos nosotros.

Al salir del lugar mi hermano y yo estábamos impactados, ni siquiera podíamos hacer el típico comentario burlón, realmente habíamos experimentado una sensación que confundía la condolencia, la indignación, el coraje y al mismo tiempo la incredulidad. ¿Cómo podían haber hecho esos brasileños truhanes el mayor de los negocios?, ¿Qué acción poder tomar para detener la extorsión de los excluidos?, ¿Quién en su sano juicio podría creer en esa tremenda pieza de charlatanería?.
Al dejar al rebaño que acompaños en la misa, encontramos nuevas hordas de borregos jóvenes que se dirigían exaltados al templo. Eran cientos de ellos, gritaban consignas cristianas, cantaban esas pegajosas canciones alabadoras, y hacían sonar sus trompetas con gran estrépito. Estas nuevas huestes no eran la imagen de una Iglesia convencional, más bien se asemejaban a una corriente porra de futbol que ingresaba al estadio haciendo alboroto. Obviamente nos unimos al grupo, nos colamos con las personas que venían de Tacubaya e imitamos todo lo que hacían. El lector debe tener en cuenta que siempre tuvimos que actuar como infiltrados.
La gran sala de cine, es decir, el gran centro religioso estaba atestado por estos "fieles" que saltaban, manoteaban, cantaban, vitoreaban y se empujaban con ahínco. De repente apareció en el escenario el líder supremo de la secta, el gran Obispo mexicano de la Igreja Universal, otro tipín mañoso que también tenía un acento brasileño. Comenzó con el mismo choro de David y Goliat, invitó a los jóvenes a luchar contra aquel Gigante de la mediocridad, y después del sermón, como era de esperarse, sacaron sus costales para pedir dinero. ¡Rapaces inmisericordes!

El Obispo lanzó una siniestro juego psicológico, que me recordó los peores recursos manipuladores de la retórica; se victimizó ante las "crueles" críticas que ha suscitado la manera de actuar de Igreja Universal, diciendo “Allá afuera hay gente que intenta manchar nuestro nombre, dicen que somos ruines, que les lavamos el cerebro, que sólo estamos interesados en su dinero, dicen tantas mentiras. Pero yo me pregunto, ¿Es cierto eso?” A lo que el rebaño respondió un fervoroso “No, Obispo”. –“Pues claro que no”-, afirmó el Obispo arremetiendo nuevamente dijo “Por eso cuando escucho esas mentiras me entran por un oído y me salen por el otro, nuestro movimiento es básicamente una búsqueda de fe.” ¡Bah! Se me remordió el estómago al escuchar su cinismo.

Esta segunda misa, debo reconocerlo, fue mucho más divertida que la primera, incluso nos tomamos la libertad de hacer algunos videos y tomar algunas fotografías; sin embargo, repensando cada palabra del Obispo, no dejé de sentir la misma repulsión interna por el atraco inusitado que presencié aquel día, un fenómeno expansivo que en este momento atraviesa el mundo. ¿Quién podrá detenerlos?


Al terminar la misa los humildes feligreses regresaron a sus casas, quizá dejaron en la Iglesia Universal el dinero que ocuparían en alimentar a su familia con carne y arroz. Ahora deberán de conformarse con un suculento taco de fe.