martes, 6 de noviembre de 2012

Oaxaca, Lugar Común

Desde hace unos cuantos meses, Oaxaca se ha transformado en mi segunda casa; la gracia del destino me llevó a descubrir un mundo que vez con vez me es más familiar, más entrañable, más auténtico. Al viajar y despedirse de un sitio, tendemos a pensar en múltiples opciones antes de repetir un mismo lugar, situación que arranca los recuerdos de nuestra frágil memoria selectiva; pero si visitamos reiteradamente, incorporamos a nuestros recuerdos "lugares comunes", imágenes que perduran y que terminan por formar parte de nuestra identidad.

Bien conocido es el sabio dicho alemán, Einmal ist Keinmal (Una vez es ninguna), y aunque sostengo que es difícil superar emocionalmente una primera vez, esa primera experiencia tiende a grabarse en la memoria como un recuerdo idealizado, un instante que se entremezcla con los sueños, algo fulminante, un destello condenado a la finitud. Por el contrario, la segunda vez y todas las posibles veces subsecuentes, permiten dar inicio a la idea de "lugar común", la cual, de cierta manera, es la pauta a un verdadero enamoramiento, a un click emocional, a un deseo de permanencia. La primera vez y la segunda vez, ¡valga mi analogía!, es proporcional a la diferencia que José José nos aclaró con su prodigiosa interpretación de "Amar y Querer".

Ahora, que escribo desde el más común de mis lugares, es decir, mi habitación, pienso alegremente en mi Oaxaca, que en esta ocasión, la conocí disfrazada de día de muertos, con sus ofrendas públicas, fiestas y extraños disfraces. Visité su panteón municipal de San Miguel, y atraído por su música, presencié un par de escenas que me hicieron un nudo en la garganta. Una pareja, que bien podría asemejarse a mis padres, cantaba suavemente boleros amorosos, cuando de repente el señor, conservando su gallardía, se sirvió un caballito de tequila, lo bebió decididamente, arreció su voz y arrojó una furtiva lágrima. -¡Canta y No Llores!-, nos ordena una de las canciones más conocidas entre los mexicanos. 

Durante mis tres días en Oaxaca estuve acompañado por mi fiel y añeja cámara que, aunque gradualmente ha ido perdiendo notoriamente su calidad, aún hace la lucha, le echa ganas; pero pobre de ella, aún no sabe que tengo ya planeado sustituirla por una "más profesional". Las imágenes capturadas las vinculé a una de mis canciones oaxqueñas favoritas, La Martiniana, la cual queda ad hoc con las fecha del tradicional día de muertos, nos aconseja cómo afrontar la muerte: cantando. 

Como colofón, subiré un video que me tomó mi amiga Laura y me pareció chistoso. Al cantar una de mis canciones predilectas, "El Triste", de José José, realmente me sentí como un rock star. Es asombroso lo que uno llega a hacer con cuatro caguamas encima.

No queda más que agradecer a mis entrañables amistades oaxaqueñas por su hospitilidad y cariño. Como bien dijo el cantante que me acompaña en la interpretación de El Triste, "se los digo sinceramente, quiero su amistad, es más... ¡los amo!


Aquí el video:


jueves, 1 de noviembre de 2012

Aventones por el Bajío y Guanajuato

Eran cerca de las seis de la tarde cuando bajamos de nuestro tercer aventón en dirección a Guanajuato. La familia que nos había recogido nos dejó en plena carretera, justo en la bifurcación entre Irapuato y León. El sol comenzaba a declinar y una luz sutil caía sobre los campos inmensos de trigo que parecían lagos de color dorado. Caminamos unos metros y nos encontramos con dos estudiantes que también viajaban de aventón, nos preguntaron nuestro destino e inmediatamente se mostraron solidarios con nosotros. Nos ofrecieron su casa y su amena compañía. El escenario azaroso que el viaje nos había regalado era sublime, estábamos a 40km de nuestro destino, pero el simple trayecto ya había hecho del viaje una experiencia inolvidable.

Viajar de aventón es jugar por un momento a ser verdaderamente libre, a romper con el confort cotidiano, desapegarse de los horarios, encontrar la magia que está en los otros, en esos seres humanos que siempre están ahí, que coexisten silenciosamente, pero que, de repente, devienen personajes con múltiples historias y experiencias por ser contadas. Al final, eso es lo más importante del viaje, abrirse a otros mundos, mundos que existen en el otro.

Un publicista, un chavo fresa, una hermosa familia y un joven pizzero nos trasladaron desde el DF hasta  Silao, a escasos 15 minutos de Guanajuato, desde ahí me encontré con una añeja amiga que conocí en Brasil. Espacios comunes, historias compartidas, nostalgias.

La ciudad de Guanajuanto, aunque está enclavada en el conservador Bajío, tiene un aire liberador, se trata de un museo histórico al aire libre, plagada de estudiantes. Caminar por sus callejones, túneles, y contemplar su relieve multicolor desde sus miradores, me trae a la memoria decenas de pasajes de mi niñez, prepa y universidad. En esta ocasión la compañía fue excelsa.  Regreso al DF con gran energía, con el corazón inflamado.

  

jueves, 5 de julio de 2012

El descaro en la elección presidencial del 2012

Triste y predecible. El PRI se llevó la presidencia de la República probablemente con la única regla consistente: acumular más votos. Es lamentable si consideramos que por primera vez el proceso electoral se difundió enormemente por redes sociales, con pluralidad y muchísima información disponible, pero aún así, con tantas tropelías reveladas contra Peña Nieto, los votos, aparentemente, le favorecieron.


Es evidente que gran parte de la población es ajena al debate político y posee una opinión bastante vulgar de la política: se le cruzan datos históricos, no entiende la complejidad del poder ejecutivo ni sus atribuciones y no se interesa por profundizar realmente en el perfil de quienes disputan la presidencia ni por sus plataformas de gobierno. La elección para millones de personas es simplemente un trámite que no representa nada, la gente sabe que puede votar y que esa acción es codiciada por lo políticos, entonces no titubean en vender su voluntad al mejor postor. El PRI, que es el partido que tiene la mayor presencia a nivel nacional y que representó en gran medida los intereses de las personas que han sabido lucrar en el sistema de corrupción imperante, recibió millones de pesos con tal fin: comprar votos. Hoy se han revelado cientos de trucos, hay una cloaca abierta que hoy convierte a México en la mofa de los periódicos internacionales: Se repartieron tarjetas que se activarían una vez que el PRI obtuviera la presidencia, se compraron votos por 500 y mil pesos que se entregaban en el momento en que el beneficiario mostraba una foto de la boleta tachada por el PRI, y así, un sinnúmero de trampas más. Aún así los del PRI fueron deshonestos y a mucha gente no le pagaron, hubo protestas cínicas de personas humildes que salieron a exigir el pago de 500 que habrían de recibir por su voto. 


Hoy AMLO se levanta nuevamente como la voz crítica, como el único interesado en limpiar la elección. Los puntos de AMLO están bien fundamentados y son innegables. 1. El PRI sobrepasó por mucho los gastos de campaña, es lógico, es evidente, nadie podría negar que aquella campaña fue groseramente onerosa, ¿justificaron algo...? ¡Bah! . 2. El PRI compró literalmente miles, si no es que millones de votos, las pruebas son obvias, ahí están. 3. El PRI fue un descarado aliado de Televisa y otros medios de comunicación de cobertura nacional que se sumaron a la guerra sucia contra AMLO y realizaron una campaña abiertamente pro-Peña, todos lo saben, The Guradian lo reveló: la elección mexicana fue profundamente inequitativa. Son tres argumentos de peso, pero infelizmente el PAN se deslinda, lo cual no me sorprende, pero sí me ofende ante las evidencias. El PRI y el PAN son lo mismo, defienden los mismos intereses, ya lo sabemos, sólo es cuestión de ver a Fox y a Espino. Caso contrario fue el 88, cuando el mismo candidato del PAN, Manuel Clouthier, luchó junto a Cárdenas por limpiar la elección. Hoy todos sabemos que la elección fue sucia y el PAN la reconoce, es más, la apoya y critica a AMLO.


AMLO ha sido sumamente respetuoso, responsable y ha actuado conforme a Derecho. ¿Cuánta indignación cabe en un país antes de estallar? Por lo menos en la Ciudad de México miles de jóvenes estamos muy enojados, nos sentimos defraudados y golpeados por la impunidad. ¿Qué va a hacer el IFE y el TRIFE, verdaderamente actuarán con rigor o avalarán esta penosa elección sin escrúpulos? Sabemos que sería muy caro rehacer la elección, pero a la larga será mucho más caro no haber actuado para detener la impunidad y la corrupción.

lunes, 2 de abril de 2012

Mis cinco mejores fotos

Confieso que me encanta la fotografía y soy adicto a las cámaras. Nunca he tomado un curso ni he tenido una cámara "profesional" (aunque hoy en día con casi cualquiera se puede llegar a hacer maravillas). Pero aún con mi modesta cámara, intento capturar aquello que me impacta, que me resulta irónico, chistoso, extraño o mágicamente cotidiano. Me gustan los retratos, salir en mis propias fotos y verme tiempo después, tan cambiado, tan distante, con gente que desvaneció de mi propia vida. La fotografía, a pesar de la desvalorización posmoderna, es mágica: nos permite capturar para la eternidad una imagen, un instante, una sonrisa. La fotografía habla, reconstruye el pasado en su exactitud material y nos permite comprender un poco qué es importante desde los ojos del otro. A continuación, estimados amigos, lectores o gente que está leyendo esto accidentalmente, les deseo compartir las cinco fotografías que, a mi consideración, son las mejores que he realizado. Ustedes juzgarán. Me gustaría que al final de este post me comentaran cuáles les gustaron más:


1. Los misterios del gato

Aunque los gatos son una especie cotidiana para los humanos, pero aún así no dejan de ser sumamente misteriosos, escurridizos e impredecibles. Un día mi padre metió esta escalara a la casa para cambiar un foco, tan pronto fue a buscar el repuesto, la gata llamada "Nube de algodón" no perdió tiempo y se trepó hasta el quinto peldaño para observar la ventana. De repente, mientras salí de mi cuarto me percate de su peculiar e inocente silueta que contrastaba con el color mamey de la pared y la acuarela de un pintoresco cuadro mexicano.


2. ¿Quién entra primero a la llanta?

En un lugar rural de Tequisquiapan, mis amigazas Marissa y Elisa (¡vaya rima sin esfuerzo!) disputaron una carrera para ver quién podía atravesar primero una llanta de tractor. Esta foto me gustó por la espontánea sonrisa que generó tal reto.


3. Los niños y el diluvio 

Después de una intensa lluvia en el mercado de la Merced, en las cercanías del centro histórico, me encontré a dos niños profundamente dormidos sobre un diablito acondicionado con cartones. Aparentemente los pequeños no se percataron del aguazero, pero su cama improvisada pasó a ser una pequeña isla en medio de un amplio charco. Me hubiera gustado verlos despertar.


4. La carroza de la alegría

La paradoja es el elemento esencial de todo cuento. La foto tomada en el Bordo Poniente nos muestra una carreta de dos niños pepenadores que venían soltando estruendosas carcajadas después, creo, de una exitosa colecta de materiales reciclables. Por lo general, los caballos que vi aquel día en el Bordo estaban malnutridos y llenos de cicatrices, en este caso, me llamó la atención la gallardía que conserva el equino.


5. Solidaridad infantil

Después de platicarlo por unos minutos, una niña convence a su amiguito a aproximarse hacia un seguro chapuzón en las fuentes saltarinas del Monumento a la Revolución. Mientras la niña se mostraba segura, su amigo titubeaba, así que sin ningún prejuicio ni más diálogo, simplemente le tomó la mano para avanzar sin posibilidad de retorno. 

lunes, 30 de enero de 2012

Nueva afición

Siempre me ha gustado contactar espacios naturales, alejados, en lo posible, del rastro humano. Me gusta caminar por horas en dirección a una meta, llegar, contemplar lo recorrido y sentir que he conquistado un pequeño objetivo. Quizá estos retos, al final, son los pequeños chispazos que dan sentido a la existencia y nos recuerdan que estamos vivos.

Este año me he dispuesto conquistar las cimas mexicanas. Volcanes, montañas, cordilleras. Quiero sentirme más cerca del cielo y contemplar desde la distancia, en lo alto, lo pequeño que puede ser el mundo. Por azares de la vida me encontré con la biografía de Reinhold Messner y sus odiseas por los 14 ochomil, incluyendo el dificultoso Nanga Parbat. Al leer los retos del alpinista italiano me entró la inspiración necesaria, el empujón aventurero, el impulso de conquistar nuevas cumbres.

Ahora en 2012, espero subir el Iztaccihuatl, volcán de 5 284 metros. Sé que para montañistas experimentados es poca cosa, sin embargo no deja de ser un reto vívido que necesita preparación y concentración. Mi mente ya está en la cumbre, falta mi cuerpo.

En loa últimos meses ya he andado subiendo algunos volcanes con los cuates. En general han sido experiencias bellas y contrastantes.

A continuación dejo en este blog los videos:

La Malinche : 4, 460 metros. (Tlaxcala-Puebla)



Volcán de Guadalupe:2 820 (Iztapalapa, DF)




Volcán Nevado de Toluca: 4 680 metros (Edo. de México)