domingo, 24 de mayo de 2009

Explorando la UNAM

La Ciudad Univeristaria es mucho más que un simple lugar para tomar clases, de ella emerge gran parte del conocimiento científico y cultural de México. Es posible encontrar a distinguidos especialistas en cualquier rama del saber, lo que permite escuchar directamente la voz y argumentación de la vanguardia intelectual de nuestro país; no hay problema si no se está inscrito en el curso, las puertas siempre estarán abiertas para todo aquel que tenga voluntad de aprender.

Se incluye en su enorme campus una gigantesca oferta de actividades culturales y recreativas. En la UNAM no hay pretextos para malgastar el tiempo libre, cada día hay algo interesante que hacer y descubrir. Sus instalaciones cuentan con campos deportivos, teatro, museos, salas de conferencias, bibliotecas, una reserva ecológica, espacios escultóricos, centro de lenguas extranjeras, cine, mediateca, etc.

Es común un vicio mental: “lo que se tiene al alcance no se valora”, y es recurrente que un alumno promedio no llegue a conocer ni remotamente la multitud de posibilidades que nuestra Alma Mater ofrece. Por ello, los exhorto a tener la disposición de penetrar algún día en un gusto holístico que permita lanzarnos al provecho de esta honorable institución para sentir el deleite y orgullo de formar parte de ella.

El jueves 21 de mayo el buen Demian y el difamador Malacopa me irrumpieron cuando pensaba dedicarme de lleno a la elaboración de artículos y estudio, su urgencia era utilizar mi computador para hacer no sé qué, y después de haber cancelado mi objetivo primario, opté por explorar con Julie (una amiga canadiense de Demian) los bellos secretos de nuestra universidad. ¿y saben qué…? Fue genial.

1. El Jardín Botánico.
Después de caminar por las famosas islas nos dirigimos al bello jardín botánico del Instituto de Biología, lugar que posee un amplio corredor y otros tantos caminos irregulares con la más diversa flora mexicana. Al comienzo hay una zona de cactáceas, colocadas armónicamente entre las rocas volcánicas propias del pedregal de San Ángel. Posteriormente la flora se vuelve más boscosa hasta desembocar en un invernadero tropical con una pequeña cascada y un gran jardín. Fue gustoso y ameno, nada mal para una bella rutina mañanera.

2. El Espacio Escultórico.
La reserva ecológica ocupa buena parte del campus de la UNAM, desde ella es posible tener la sensación de estar en una isla verde en medio de una gris y gigantesca ciudad. Es un sitio tranquilo para meditar y relajarse del ajetreo constante y rutinario. Su construcción principal es la denominada “corona”, una simple pero majestuosa obra escultórica que se encuentra reserva adentro y permite tener un hermoso panorama del lugar, ya que rodea formaciones de roca volcánica con relieves caprichosos y llamativos, es un paraje único que vale la pena visitar, y más aún si se desea admirar una bella puesta de sol.

3. EL MUAC
Para nuestra desgracia el Museo Universitario de Arte Contemporáneo se encontraba parcialmente cerrado, sólo eran accesibles dos salas de exposición. El edificio es muy vanguardista, conformado en su mayoría por cristales que permiten una gran iluminación; la disposición de las piezas expuestas es espaciosa y armónica, pero lo mejor a mi gusto, es la participación de estudiantes universitarios que se aproximan al visitante para explicar pormenorizadamente la elaboración de las piezas y desentrañar el significado de aquel arte tan peculiar.

La segunda sala cuenta con una exposición muy interesante sobre los ajolotes (Ambystoma mexicanum), anfibios muy particulares, ya que su naturaleza les permite, según la circunstancia, permanecer o no en el estado larvario antes de transformarse en salamandras, es decir, el propio animal elige si desea evolucionar o no. Seguramente se han de preguntar ¿Qué hacían ajolotes en el museo de arte contemporáneo? Bien, todo era parte de una idea loca de un artista sueco: Ull Rollof, quien intentó interactuar con los ajolotes en el lago de Pátzcuaro, creando un complejo sistema subacuático que permitía atraer a los anfibios a través de efectos luminosos y sonoros. No dejen de visitar el proyecto ajolote, raro pero curioso.

4. El Teatro: Desdémona, la historia de un pañuelo.
Basada en Otelo de William Shakespeare, es un interesante acercamiento a las múltiples personalidades que adopta el ser humano en relación a su entorno. Desdémona es en la obra clásica, la fiel y hermosa esposa del moro de Venecia, es inmaculada y bondadosa, ama y admira a su marido, quien se deja arrastrar por un juego perverso de intrigas que desembocan en un final trágico, una encrucijada en contra de la pureza que conlleva a un asesinato brutal e injustificado.

La obra de Paula Vogel retrata la miseria humana; es la negación al amor absoluto e incondicional que refleja Desdémona en la pieza clásica. Esta vez, se intenta explorar el alter ego de la protagonista, aproximándonos a la ineludible reflexión que patenta la diferencia existente entre el discurso y la esencia de los hechos. La imagen intachable de Desdémona se desmorona ante el diálogo pretencioso y pedante que mantiene con su dama de compañía: Emilia, a quien ve con menosprecio y soberbia; sin embargo, al mismo tiempo, Emilia es el vínculo más cercano y familiar de la protagonista, por lo que vierte en ella todas sus quejas y perversiones que calla sumisamente al estar junto a Otelo.

Desdémona harta de la vida aristócrata, comienza a explorar “los bajos mundos” de Bianca, una prostituta orgullosa de su oficio que conmueve a la protagonista por su libertinaje y adicción al sexo. Desdémona descubre los placeres de la promiscuidad, y con ello, se consuma la perfidia que enloquecía injustificadamente a Otelo. Es tal la arrogancia y cinismo que encarna el personaje principal, que deja en entredicho la brutalidad del moro, e incluso, la perversa genialidad de Yago.

Finalmente la obra de Vorgel me hace concluir: No existe una maldad intrínseca ni una bondad absoluta, sólo interpretaciones personales que pretenden darle sentido a la propia existencia.

1 comentario:

Aquiles Digo, antes Jordy dijo...

Caray, has escrito entradas muy buenas, pero ésta me pareció excelente, tiene todo: descripciones, análisis, buena redacción, pocos errores ortográficos, exhortos a conocer, invitaciones a pensar. Muchas gracias Luis, energías renovadas aparecen después de leer textos como los tuyos.