viernes, 1 de enero de 2010

Despertar en 2010

Pasada la Nochevieja es habitual reposar el primero de enero. Como es natural, desperté muy tarde, pero con un renovado espíritu deportista salí a correr con Luter (mi perro labrador) hasta el parque de Pilares. Las calles estaban totalmente desiertas, como me gustan. Me encanta ver así al Monstruo de Anáhuac, sin caos ni multitudes que se asemejan a una colonia anárquica de hormigas, tristemente ese fenómeno se da un par de días al año. Una atmósfera tan placentera me inspiró a escribir un poco. Además, como casualidad chistosa, me encontré hace unos minutos a mi amigo italiano Simone al cruzar la Avenida Cuauhtémoc. Sabía que vendría a México, pero jamás me imaginé encontrarlo azarosamente por ahí. Preveo con él muchas pláticas interesantes sobre los zapatistas, Berlusconi, etc.

La famosa Nochevieja pasó amenamente en compañía de la familia, algunas amistades de mis padres y nuestras dos amigas belgas Hanne y Dorín, quienes vivirán con nosotros durante los primeros días de enero. Antes de cenar fuimos a Xochimilco, último rescoldo acuífero de lo que alguna vez fue un valle repleto de canales. Hoy Xochimilco da un poco de pena, sus aguas son sucias y sus alrededores poco conservados; pero aún con tanta porquería, muchos chilangos, incluyéndome, acudimos de vez en cuando a nuestras aguas negras para disfrutar de las amistades y cantar algunas rancheras.

Los dejo con el video más emotivo de ayer

No hay comentarios: