domingo, 28 de abril de 2013

El desierto de Wirikuta

Tiene más de un mes que estuve en el desierto de Wirikuta, en San Luis Potosí, experiencia que representó un redescubrimiento de mí y de mis allegados.

Generalmente al mencionar Wirikuta se adhiere el epíteto "sagrado", debido a que desde tiempos remotos, el pueblo wirrárika (y seguramente muchas otras naciones) han peregrinado a este desierto en busca de respuestas, de revelaciones metafísicas guiadas por le llamado "hikuri", popularmente conocido como peyote.  En mi caso, la cacería de esta mística cactácea piscoactiva no se llevó acabo, la simple estancia en el desierto, con su profundo silencio y la presencia de acompañantes idóneos, fue suficiente para considerar esta breve visita de tres días como un estridente Jetz -Zeit, acción que de manera evidente redirige la vida hacia caminos insospechados.

Wirikuta representó la reconexión al pasado, el goce del presente y la proyección idílica del futuro.



No hay comentarios: